Estas últimas semanas, las
redes se han llenado de críticas por lo cánticos machistas escuchados en el
campo del Betis. Con dichos cánticos se insultaba directamente a la exnovia de
uno de los jugadores, para quien la Fiscalía pide una pena de dos años y un mes
de cárcel por maltrato y amenazas.
Este hecho muestra, no más
que la realidad de que el fenómeno de la violencia entre las parejas jóvenes
sigue presente en nuestra sociedad.
Si nos situamos en una
perspectiva psicosocial podemos concebir este fenómeno como una práctica aprendida
y consciente, producto de una organización social estructurada sobre la base de
la desigualdad entre hombres y mujeres. Entendiendo la violencia de género
como un instrumento de dominación y control social, donde el poder de los
hombres y la subordinación de las mujeres resultan del patriarcado.
En los últimos tiempos, la
violencia de género se ha configurado como uno de los problemas más importantes
con que se enfrenta la sociedad de nuestros días, no solo por la enorme magnitud
del fenómeno, sino también por la gravedad de las consecuencias personales y
sociales derivadas del mismo, hasta el grado de ser reconocido como un problema
de salud pública.
De ahí, la incipiente
necesidad de paliar este fenómeno social, cuyos resultados en las
investigaciones indican que el uso de la violencia es empleado en la resolución
de problemas en el seno de la pareja en la población joven y que suele comenzar
en las relaciones de noviazgo, como indica el caso del conocido futbolista
bético.
La violencia en las
relaciones de pareja en la población española en general y en la población
adolescente y joven en particular, supone en la actualidad, uno de los
problemas sociales más serios con los que se enfrenta la sociedad de nuestros
días. A pesar de ello, son escasos los estudios en nuestro país que tratan esta
temática. Por su parte, el estudio de Muñoz-Rivas, Graña, O´Leary y González en
2006 encontró en parejas estables de adolescentes jóvenes que el 90% de los
adolescentes encuestados admitió haber agredido a su pareja verbalmente, y
aproximadamente el 40% dijo que participaba en conductas físicamente agresivas
contra sus parejas.
Las cifras como
vemos no son alentadoras, parece insuficiente tratar de eliminar la
violencia de género mediante campañas de sensibilización, si de algún modo
hechos de este tipo tienen mayor repercusión en la sociedad. Además, es
importante recordar que la violencia de género no es utilizada solamente por
hombres que desprecian a las mujeres, sino también por muchos jóvenes adultos,
hombres y mujeres, que aparentemente no tienen esas ideas arcaicas.
Es necesario, por tanto, educar a las personas desde edades tempranas en habilidades sociales y solución de problemas, para que en cualquier ámbito de su vida sean capaces de resolver problemas sin tener que recurrir a la violencia. Además de fomentar la expresión de sentimientos desde el respeto dentro de las relaciones sentimentales, y condenar a quien así no lo haga.
Es necesario, por tanto, educar a las personas desde edades tempranas en habilidades sociales y solución de problemas, para que en cualquier ámbito de su vida sean capaces de resolver problemas sin tener que recurrir a la violencia. Además de fomentar la expresión de sentimientos desde el respeto dentro de las relaciones sentimentales, y condenar a quien así no lo haga.
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