viernes, 27 de marzo de 2015


INTELIGENCIAS MÚLTIPLES EN EL AULA

       Seguro que la mayoría ya habéis oído hablar del concepto "Inteligencias múltiples" en esta entrada os voy a aclarar el origen y sus conceptos clave.

         Howard Gardner, psicólogo de la Universidad de Harvard, en sus investigaciones, que concretó en el libro “Estructuras de la mente” en 1983, propuso la existencia de siete inteligencias básicas, y no hace mucho propuso la existencia de una octava.  

      Para Gardner el término inteligencia supone la capacidad para resolver problemas y crear productos en un entorno rico en contextos y naturalista. No se puede valorar la inteligencia de un individuo separándolo de su entorno natural de aprendizaje y pidiéndole que realice tareas que nunca ha hecho antes. A partir de estos principios, la inteligencia pasa a convertirse en un concepto funcional que se desarrolla en la vida de las personas de muy diversas formas y, no solamente, de forma lingüística y lógicomatemática que son los campos donde más hincapié se ha hecho en los contextos escolares.  

Gardner describe las ocho inteligencias de este modo:

Inteligencia lingüística: capacidad de utilizar las palabras de manera eficaz, ya sea oralmente o por escrito. Incluye la capacidad de manejar la sintaxis o la estructura del lenguaje, la fonología o los sonidos del lenguaje, la semántica o los significados de las palabras, y la dimensión pragmática o usos prácticos del lenguaje. Algunos de estos usos son la retórica (uso del lenguaje para convencer a otros de que realicen una acción determinada), la mnemotecnia (uso del lenguaje para recordar información), la explicación (uso del lenguaje para informar) y el metalenguaje (uso del lenguaje para hablar del propio lenguaje). 

Inteligencia lógico-matemática: capacidad de utilizar los números con eficacia y de razonar bien. Incluye la sensibilidad a patrones y relaciones lógicas, afirmaciones y proposiciones (si…entonces, causa-efecto), funciones y otras abstracciones relacionadas. Incluye los procesos de categorización, clasificación, deducción, generalización, cálculo y prueba de hipótesis. 

Inteligencia espacial: capacidad de percibir el mundo visuoespacial de manera precisa y de llevar a cabo transformaciones basadas en esas percepciones. Implica sensibilidad al color, las líneas, la forma, el espacio y las relaciones entre estos elementos. Incluye la capacidad de visualizar, de representar gráficamente ideas visuales o espaciales y de orientarse correctamente en una matriz espacial. 

Inteligencia cinético-corporal: dominio del propio cuerpo para expresar ideas y sentimientos y facilidad para utilizar las manos en la creación o transformación de objetos. Incluye habilidades físicas como la coordinación, el equilibrio, la destreza, la fuerza, la flexibilidad y la velocidad, además de capacidades propioceptivas, táctiles y hápticas.

Inteligencia musical: capacidad de percibir, discriminar, transformar y expresar las formas musicales. Incluye la sensibilidad al ritmo, el tono o la melodía, y al timbre o color de una pieza musical. Se puede entender la música desde una perspectiva global e intuitiva, desde una perspectiva analítica o técnica o desde ambas. 

Inteligencia interpersonal: capacidad de percibir y distinguir los estados anímicos, las intenciones, las motivaciones y los sentimientos de otras personas. Incluye la sensibilidad hacia las expresiones faciales, voces y gestos; la capacidad de distinguir entre numerosos tipos de señales interpersonales, y la de responder con eficacia y de modo pragmático a esas señales. 

Inteligencia intrapersonal: autoconocimiento y capacidad para actuar según ese conocimiento. Incluye la imagen precisa de uno mismo (puntos fuertes y puntos débiles), la conciencia de los estados de ánimo, intenciones, motivaciones y deseos interiores y la capacidad de autodisciplina, autocomprensión y autoestima. 

Inteligencia naturalista: capacidad para clasificar y reconocer las numerosas especies de flora y fauna del entorno y sensibilidad hacia los fenómenos naturales.  

    Desarrollar un perfil de las Inteligencias Múltiples de una persona no es nada sencillo. Ningún test es capaz de determinar con precisión la naturaleza o calidad de las inteligencias de un individuo. Como Gardner señala con insistencia, los test estandarizados miden sólo una pequeña parte del espectro total de capacidades. El mejor modo de evaluar las inteligencias múltiples consiste en realizar una valoración realista del rendimiento en los diversos tipos de tareas, actividades y experiencias asociadas con cada inteligencia. En el mercado no existe un megatest que proporciones un estudio exhaustivo de las inteligencias múltiples de los alumnos. La mejor manera de evaluar las inteligencias de los alumnos es la observación. 

     Además de lo expuesto, la teoría de las Inteligencias Múltiples sugiere que no existe un conjunto de estrategias docentes que sea el mejor para todos los estudiantes en todo momento. Debido a las diferencias individuales conviene que los profesores utilicen una amplia gama de estrategias docentes en el aula.

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